lunes, 8 de agosto de 2011

La Colección Blaisten bajo la mirada de Spencer Tunick


Las obras de la Colección Blaisten han sido fuente de inspiración para artistas contemporáneos, tal es el caso del fotógrafo norteamericano Spencer Tunick, quien en la serie “Citadinos”

[…] reúne 30 imágenes que se relacionan con algunas obras de la Colección mexicana de Andrés Blaisten. Es la primera ocasión en la que el artista crea retratos individuales basados en una colección de arte moderno. En esta serie, Tunick acentúa el cuerpo que irrumpe en el espacio público, al mismo tiempo que lo reconfigura.[1]

Las musas (las tres parcas) (Óleo/tela, 200x130 cm, 1936) del pintor mexicano  Manuel Rodríguez Lozano, fue uno de los lienzos seleccionados por el fotógrafo. para formar parte de “Citadinos”. Actualmente, Las musas de Rodríguez Lozano, se exhibe en el Museo Nacional de Arte en la exposición temporal “Manuel Rodríguez Lozano. Pensamiento y pintura, 1922-1958” ¡Visítenla!

Manuel Rodríguez Lozano, Las musas (las tres parcas), óleo/tela, 200x130, 1936




    Spencer Tunick, México, D.F. (Tlatelolco), 2009, impresión cromógena, 101 x 84 cm





[1] Spencer Tunick, Citadinos, p.3 (DE http://www.marco.org.mx/servicios_educativos/pdf/pdf_spencertunick2.pdf)

viernes, 5 de agosto de 2011

"Rosa Mystica" de Alberto Fuster

Un crítico anónimo del suplemento dominical del periódico católico El tiempo ilustrado (1908) comentó respecto a la obra Rosa Mystica (óleo/tela, 200 x 116 cm, 1899) de Alberto Fuster lo siguiente:
De pie, delante de magnífico y marmóreo sillón bizantino, María, la madre virginal, pura y sencilla, humilde y divina, en actitud llena de gracia y unción, revela con tenue y misteriosa fuerza del amor, todo el poema místico de la Inmaculada Concepción. Esta obra fue premiada en el Salón de París.[1]
Rosa mística es uno de los nombres o cualidades atribuidos a María, bajo su advocación de Inmaculada concepción, e incorporado a la letanía lauretana. Está representada de pie en el Templo, en espera de sus esponsales con José.[2]

Rosa Mystica forma parte del acervo de la Colección Blaisten, sin embargo próximamente será exhibida en la muestra “México en los Pabellones y las Exposiciones Internacionales (1889-1929)” que se inaugurará el 11 de agosto en el Museo Nacional de San Carlos. ¡No se la pierdan!

Alberto Fuster, Rosa Mystica, óleo/tela, 200x116 cm, 1899


 Rosa Mystica (1899) de Alberto Fuster, reproducido en El Mundo Ilustrado, 5 de julio de 1903. Hemeroteca Nacional, UNAM




[1] Fausto Ramírez, Arte moderno de México. Colección Andrés Blaisten, México, Universidad Nacional Autonóma de México, 2005, p.50
[2] Fausto Ramírez, “El arte mexicano de las dos primeras décadas del siglo XX en la Colección de Andrés Blaisten” en Arte moderno de México, Colección Andrés Blaisten, UNAM, México, 20076, p.18

jueves, 4 de agosto de 2011

"Confiteor" de Julio Ruelas

Confiteor (Tinta/papel, 17.5 x 12 cm, 1903) de Julio Ruelas es la representación de las inquietudes religiosas donde la figura femenina, provista con un antifaz, sugiere la lucha que el seminarista libra en su conciencia entre su vocación al sacerdocio y los impulsos que lo inclinan a la aceptación de la naturaleza y de la vida. La obra de Ruelas ilustró el poema homónimo de Jesús E. Valenzuela del cual, les compartimos un fragmento.[1]

Por sacudir sus pensamientos, vanos
esfuerzos hizo con tenaz porfía…
¡Eran a cada instante más profanos!

Pensó en el beso conyugal, creía
oír el que le diera la existencia,
y más santo le hallaba todavía.

Vibraba como mágica cadencia
algo en su ser, y meditaba en eso,
sin escrúpulo alguno de conciencia.

¡Con qué grata emoción! Con qué embeleso
pensó en la humanidad, con un profundo
amor, y por los labios sintió un beso![2]

Puedes ver Confiteor y otras obras de Julio Ruelas en el Museo Colección Blaisten. Visítanos de martes a domingo de 10 a.m. a 6 p.m.

Julio Ruelas, Confiteor, tinta/papel, 17.5 x 12 cm, 1903



[1] Fausto Ramírez, “El arte mexicano de las dos primeras décadas del siglo XX en la Colección de Andrés Blaisten” en Arte moderno de México, Colección Andrés Blaisten, UNAM, México, 20076, p.45
[2] Jesús E. Valenzuela, Confiteor, p.50  (DE http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1080073733/1080073733_06.pdf)

miércoles, 3 de agosto de 2011

"La Domadora" de Julio Ruelas

La composición de La domadora de Ruelas (óleo sobre cartón, 15x19 cm, 1897) remite a una estampa de Félicien Rops titulada Pornokrates (1896), muy posiblemente inspirada a su vez en la obra literaria La Pornocratie, ou les Femmes dans les temps moderns de Pierre-Joséph Proudhon. Ambas representaciones nos ofrecen una percepción de la mujer donde es

[…] vista como la monstruosa diosa de la degeneración, una criatura del mal que gobernaba sobre todas las terroríficas bestias con cuernos que poblaban las pesadillas sexuales de los hombres […] una criatura guiada […] por un verraco, el símbolo de Circe, la representación bestial de toda la maldad sexual.[1]

Como se puede observar, Ruelas retoma la figura de la cortesana desnuda, engalanada con un gran sombrero y con las piernas enfundadas en unas medias negras. La domadora empuña un látigo con el que dirige el movimiento de un cerdo que da vueltas a lo largo de una vereda elíptica, mientras un simio montado en una piedra a la vera del camino observa el espectáculo.

Ambas criaturas tienen una larga tradición emblemática: el mono simboliza el vicio, mientras que el cerdo representa la voracidad, la avidez y la lujuria. La relación de ambos animales con la lascivia, y su ronda perenne en torno a la dominatrix, aluden simbólicamente a la esclavitud en la carne: un estadio instintivo, de confusión con la materia, que provocaba particular recelo en la sensibilidad masculina finisecular.[2]

Si quieres conocer una de las obras más representativas de Julio Ruelas  no olvides visitar el Museo Colección Blaisten de martes a domingo de 10 a.m. a 6 p.m.


 Julio Ruelas, La Domadora, óleo/cartón, 15 x 19 cm, 1897


 Felicien Rops, Pornócrates, Grabado en color, 67.5 x 44.5 cm, 1896


[1] Fausto Ramírez, “El arte mexicano de las dos primeras décadas del siglo XX en la Colección de Andrés Blaisten” en Arte moderno de México, Colección Andrés Blaisten, UNAM, México, 2007, p.17
[2] Fausto Ramírez, Arte moderno de México. Op. Cit. p.48

"La femme et le pantin" de Ángel Zárraga

La obra de La femme et le pantin de Ángel Zárraga está enmarcada en el decadentismo, corriente que surgió en Francia en el siglo XIX. Dentro de dicha corriente podemos identificar las representaciones de la mujer como símbolo de la perversión y lo malsano de la época, quienes tras una máscara de belleza y sensualidad, esconden la muerte para el hombre que fije sus ojos en ellas.

No hay duda de que Ángel Zárraga se inspiró en la novela de Pierre Louys, La mujer y el pelele, (1898) para realizar La femme et le pantin (Óleo/tela, 175.3 x 141 cm, 1909). La novela se inicia en Sevilla en los días de carnaval y narra las desventuras de don Mateo, un hombre maduro, prendado de los encantos de la juvenil Conchita, quien lo enloquece de deseo con una calculada estrategia de promesa de entrega y dilación perpetua. Una de las reflexiones que don Mateo hace, plenamente consciente de haber perdido la voluntad y el albedrío, pudo haber inducido a Zárraga para componer esta imagen:

[…] la expresión más patente del poder femenino es la inmunidad que reconocemos a la mujer. Una de ellas lo insulta, lo veja: inclínese. Le pega defiéndase pero evite que ella se lastime. Lo arruina: permítaselo. Lo engaña: no diga nada con tal de no comprometerla. Destroza su vida: mátese por favor. Pero bajo ningún pretexto deje que por culpa suya el más leve dolor lastime a esos seres exquisitos y feroces, para quienes la voluptuosidad del mal es casi superior a la de la carne.[1]

Si quieres ver cada detalle de La femme et le pantin visita el Museo Colección Blaisten de martes a domingo de 10 a.m. a 6 p.m.



Ángel Zárraga, La femme et le pantin, Óleo/tela, 175.3 x 141 cm, 1909


[1] Fausto Ramírez, “El arte mexicano de las dos primeras décadas del siglo XX en la Colección de Andrés Blaisten” en Arte moderno de México, Colección Andrés Blaisten, UNAM, México, 20076, pp.14-15

lunes, 1 de agosto de 2011

La "femme fatale" en la obra de Julio Ruelas

En el acervo de la colección Blaisten existen varias representaciones de la femme fatale: la mujer que, mediante los encantos de una sexualidad avasalladora, sojuzga al hombre, privándolo del ejercicio de su voluntad y acaba por destruirlo.[1] Este tópico fue frecuente en la obra de los artistas de finales del siglo XIX, entre quienes la creciente independencia femenina, generó un miedo que desembocó en una crisis de identidad masculina.[2]

Un claro ejemplo de ello es la obra Mujer alacrán (Tinta/papel, 29x21 cm, 1904) de Julio Ruelas, figura que retomó de la obra Implacable (1901) que ilustraba el poema del mismo nombre de Amado Nervo. Les compartimos un fragmento que sirve para comprender ambas obras:

                        ¡Oh pulpo! Y lo peor es que te amaba,
                        Que aunque la voz de mi razón austera:
                        «Apártala de ti, me repetía,
¿no ves que te estrangula y te envenena?»
No la quise atender. Estaba solo
Y tú me acompañaste; mi alma era ignorante y sencilla, y le dijiste:
«Analiza, investiga, canta, crea!»[3]

Los invitamos a conocer Mujer alacrán en la exposición permanente del Museo Colección Blaisten de martes a domingo de 10 a.m. a 6 p.m.







[1]Fausto Ramírez, “El arte mexicano de las dos primeras décadas del siglo XX en la Colección de Andrés Blaisten” en Arte moderno de México, Colección Andrés Blaisten, UNAM, México, 20076, pp.16-17
[2]Eliff Lara Astorga, Los jardines de Amado Nervo y Roberto Montenegro, p.7 (DE www.amadonervo.net/transmigraciones/pdf/jardines.pdf)
[3]Amado Nervo, Implacable en la Colección Digital de la Universidad Autónoma de Nuevo León (DE http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020024692/1020024692_011.pdf)