lunes, 3 de octubre de 2011

Vida y obra de Roberto Montenegro Nervo (1881-1968)

La exposición Roberto Montenegro del Museo Colección Blaisten está conformada por las obras de la valiosa donación que los Doctores John y Marie Plakos realizaron en marzo de 2011 a la Colección Blaisten. Está constituida por óleos, grabados, dibujos y fotografías. Este acervo permite apreciar el carácter multifacético del artista y su capacidad de adaptación a las diversas corrientes artísticas vigentes a lo largo de su vida.

Se muestran dos de sus obras más tempranas que datan de 1907 y 1914, con una clara tendencia al Art Nouveau, donde se manifiesta una explícita influencia del ilustrador inglés Aubrey Beardsley.

Roberto Montenegro, Salomé-París 1910, grabado, 14.5x14.9 cm, 1914

Aubrey Beardsley, Frontispiece for The story of Venus and Tannhauser, 1895

Asimismo se presentan ocho obras del periodo de 1930-1937 donde se evidencia la necesidad de reflejar el escenario más inmediato, donde la presencia de iglesias, mercados y vistas del campo son el común denominador.
Roberto Montenegro, El Mercado, grabado, 14.5x14.9 cm, 1930

Hacia la década de los cincuenta se percibe su interés por el rostro oculto, mediante la presencia constante de máscaras que responden al interés de Montenegro por vincular su contemporaneidad con el pasado prehispánico, mediante un ocultamiento que evidencia la nostalgia del desgaste del sueño posrevolucionario.

Roberto Montenegro, Máscara con tres sandías, óleo/tela, 69x59 cm, 1967

Este multifacético artista nació en Guadalajara, en 1881, en el seno de una familia acomodada del régimen porfirista. Por parte materna, era primo hermano del famoso poeta Amado Nervo (1870-19191), quien ejercerá un apoyo constante que marcará la vida y obra de Montenegro. Su desarrollo artístico comienza en su natal Guadalajara donde estudia con el artista brasileño Félix Bernardelli, de quien obtiene una influencia europea, gracias a la formación pictórica de Bernardelli en Francia e Italia.

Su capacidad de adaptación y necesidad de permanecer a la vanguardia, hicieron que su obra se transformara a la par de las corrientes artísticas, es por ello que su producción plástica se caracteriza por una gran diversidad de temas, técnicas y sobre todo, por diversas formas de hacer arte; desde el Art Nouveau de sus inicios, pasando por una etapa que busca la identidad nacional a través de la pintura mural en edificios públicos, hasta el Art Decó y las referencias metafísicas que se vinculan con Giorgio de Chirico (1888-1978), para llegar a su última obra y vincularse con obras geométricas que lo relacionan con su contemporaneidad. 

Roberto Montenegro, Homenaje a Chirico, óleo/tela, 70.5x59 cm, ca. 1944

Al llegar a la ciudad de México, en 1904, su primo Amado Nervo lo alentó a ingresar a la Escuela Nacional de Bellas Artes (anteriormente denominada Academia de San Carlos), donde toma clases con los artistas Antonio Fabrés, Germán Gedovius, Leandro Izaguirre y Mateo Herrera. Pero no sólo eso, Nervo también lo acercó a una de las influencias más persistentes en su obra al regalarle un libro con los dibujos de Aubrey Beardsley (1872-1898). Las formas y temas del ilustrador inglés se harán patentes en diversas obras del jalisciense, tal es el caso de la obra Mujer en caballo (tinta/papel, 30.4x23.1, 1904).

Roberto Montenegro, Mujer y caballo, tinta/papel, 26x18.8 cm, 1907

Incursionó en diversos medios: vitrales, carteles, escenografías e incluso diseñador para el vestuario para algunas obras teatrales, esta última ocupación se ve reflejada en la serie de bocetos que realizó para trajes de la obra La Dama de las Camelias. Por otra parte, colaboró con diversas publicaciones mexicanas como las revistas Savia Moderna (marzo 1906 - julio 1906) y la  Revista Moderna (1898-1903) y francesas como Le Témoin (1906-1935).

Roberto Montenegro, Traje de la dama de las Camelias III,  lápiz y acuarela/papel, 32x22.6, s/f

En 1906, viajó a París gracias a una beca otorgada por el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes y que le ganó a Diego Rivera (1886-1957) en un “volado”. Aunque regresa brevemente a México en 1910, e incluso participa en la Exposición realizada con motivo del primer Centenario de la Independencia, parte nuevamente hacia Europa. Llegó a Mallorca escapando de la Primer Guerra Mundial y se instaló en el Puerto de Pollensa (1914-1919) donde entró en contacto con el modernismo catalán, más concretamente con Hermenegildo Anglada Camarasa (1873-1959).

Sería en Mallorca donde iniciaría su carrera como muralista; en 1919 pintó el mural Alegoría de las Baleares, situado en el Parlamento de las Islas Baleares. Poco después regresó a México, asegurando que “después de esos penosos años tenía necesidad de […] tornar a mi país y a portar lo que creía que era justo, poner mi grano de arena para la reconstrucción de mi patria después de la Revolución.”[1]
 
A su regreso, en 1920, se encontró con un México inmerso en el naciente movimiento muralista, encabezado por José Vasconcelos (1882-1959) quien lo invitó a adscribirse a dicha empresa. Montenegro sería el encargado de decorar los muros de diversos edificios públicos, entre ellos: el Antiguo Colegio de San Pedro y San Pablo con El árbol de la ciencia (1921-1922) y La Fiesta de la Santa Cruz (1922-1923), El Ángel de la Paz (1922) y El Cuento de Aladino (1925) en el Centro Escolar Benito Juárez, La Sabiduría y La Poesía (1923) en el despacho del propio Vasconcelos, así como Iberoamérica (1924) en el Antiguo Templo de la Encarnación.

Roberto Montenegro, La fiesta de la Santa Cruz, 1923-1924, técnica: fresco, 5x8 m, localizado en el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo.[2]

La búsqueda de una esencia nacional lo llevó a revaloración del arte autóctono, especialmente, en su dedicación al estudio y difusión de las artesanías. Este interés se hará evidente en su obra de caballete, a través de la profusión de máscaras y motivos prehispánicos, tal es el caso de los óleos Máscara con tres sandías (óleo/tela, 69x59, 1967), Tres máscaras (óleo/tela, 79x79, 1968) y Abstracto sobre máscara (óleo/tela/madera, 35x25.4, s/f). Destaca, además, Xipe (impresión acuarelada con amarillo, 45.5x33.8 cm, 1952) en una representación moderna de la deidad mesoamericana pero conservando su iconografía tradicional, entre ellos la piel amarilla que recubre a “Nuestro señor el Desollado”.

Roberto Montenegro, Xipe, impresión acuarelada, 29.9x21.5 cm, 1952

Cabe resaltar que este artista fue uno de los primeros, junto con el Dr. Atl (1875-1964) y Jorge Enciso (1879-1969) en buscar difundir el arte popular, incluso estos tres artistas organizaron la Exposición Nacional de Arte Popular en el marco de la Celebración de la Consumación de la Independencia (1921). En 1934, se inauguró el Museo de Arte Popular, que se instaló en el Palacio Nacional de Bellas Artes y cuyo acervo, que constaba de cerca de 5 000 piezas, fue reunido por el propio Montenegro, quien sería nombrado director de dicha institución.

A pesar de las críticas que en su momento recibiera la obra de Montenegro, de parte de artistas como David Alfaro Siqueiros,[3] es innegable el valor de la misma, ya que nos permite conocer la trayectoria, no sólo de un artista, sino la transformación de la concepción artística de toda una época. Los óleos, grabados, dibujos y fotografías que conforman la exposición Roberto Montenegro, son el reflejo de un hombre de su tiempo.


Fuentes consultadas
Fernández, Justino, Roberto Montenegro, México, UNAM, 1962.
Gutiérrez Viñuales, Rodrigo, Roberto Montenegro y los artistas americanos en Mallorca (1914-1919)” en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, vol. XXV, núm. 82, 2003.
Montenegro, Roberto, Planos en el tiempo, México, Artes de México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2001.
Ortiz Gaitán, Julieta, Entre dos mundos: Los murales de Roberto Montenegro, México, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, 1994.
________________, “Algunos datos sobre la obra de Roberto Montenegro en Mallorca” en Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, vol. XVI, núm. 61, 1990.
Ramírez Sánchez, Mauricio César, “Los murales de Roberto Montenegro” en Imágenes, Revista electrónica del Instituto de Investigaciones Estéticas (DE http://www.esteticas.unam.mx/revista_imagenes/anotaciones/ano_ramirez01.html)
Vidaurre, Carmen V., “Roberto Montenegro: lo nacional y el modernismo” en Estudios Jaliscienses, Jalisco, número 72, mayo 2008.





[1] Roberto Montenegro, Planos en el tiempo, México, Artes de México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2001
[2] Tomado de tomado de Ortiz Gaitán, Julieta, Entre dos mundos: Los murales de Roberto Montenegro, México, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, 1994.
[3] En una alusión clara a la labor pictórica de Montenegro, David Alfaro Siqueiros “advierte la necesidad de superar el decorativismo literario de un arte inspirado en Aubrey Beardsley, Aman Jean, Ignacio Zuloaga y Anglada Camarasa…” en Julieta Ortiz Gaitán, Entre dos mundos: los murales de Roberto Montenegro, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1994, p.64

2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias, un trabajo de muy buena calidad para apreciar la vida y obra de Montenegro. Muy buen material visual también.

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  2. Hola poseo una obra del artista! herencia familiar que estoy interesado en vender

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