martes, 1 de septiembre de 2009

Las Escuelas de Pintura al Aire Libre

Anónimo
Niña con faisán
Óleo sobre tela
38 x 48 cm.

 Los personajes que conformaron los más importantes proyectos artísticos en el México posrevolucionario fueron José Vasconcelos y el entonces director de la Escuela Nacional de Bellas Artes Alfredo Ramos Martínez. Este último, que en 1913 intentó reformas para la enseñanza de las artes en México, fundando así la primera Escuela de Pintura al Aire Libre en Santa Anita Iztapalapa.

Este primer taller experimental de pintura al aire libre, por llamarlo de alguna manera, fue el detonante de lo que algunos años más tarde vendría a ser uno de los más importantes proyectos de enseñanza de las artes en la historia de México. Sin embargo, en primera instancia, esta primera escuela vino a reivindicar el razonamiento modernista que se venía gestando anterior a 1910. Las maneras de aplicación de color y la incidencia de la luz en los ejercicios de paisaje que se veían en esa escuela reflejaban el tratamiento impresionista o posimpresionista que para ese entonces en Europa ya era una manera académica de estudiar la pintura; evidenciando así que en México la experiencia plástica del color vanguardista había llegado tarde y que el proyecto persistía aún en la enseñanza formal, entonces, para que hubiese un verdadero cambio, debía replantear la enseñanza en estas nuevas escuelas.

Se mencionaba anteriormente que José Vasconcelos había tenido también un papel determinante en la instauración de este nuevo ambiente artístico. Fue así que en 1920 impulsó, ya como parte de una política cultural y desde la Secretaría de Educación Pública, las inquietudes estéticas que los artistas de esta época pregonaban. Vasconcelos creó misiones para alfabetizar las zonas rurales, promovió una gran cantidad de programas a partir del Departamento de Bellas Artes, del cual dependía la administración de museos y propició la puesta en marcha de las decoraciones murales. Aunado a esto, José Vasconcelos impulsó la reaparición del sistema pedagógico de Alfredo Ramos Martínez,  lo cual marcó determinantemente el rumbo de México en cuanto a la formación de una cultura nacional.

A partir de este momento se retomó el proyecto de las Escuelas de Pintura al Aire Libre, el cual continuó en nuevas sedes tales como la de Chimalistac, Xochimilco, Tlalpan, Guadalupe Hidalgo , entre otras; denotando cambios considerables en cuanto a la producción pictórica. Definió cambios incluso para la producción de artistas y maestros formados en la Academia, a la vez que fue el primer acercamiento al arte para artistas que años más tarde se convertirían en maestros del arte mexicano, como lo haría David Alfaro Siqueiros.

Las Escuelas de Pintura al Aire Libre emplearon un método de enseñanza alejado de los "ismos" europeos, exploraron con mayor soltura plástica el paisaje así como la representacion del contexto en el que los asistentes se desenvolvían, fiestas, motivos, gente indígena, etc. Es importante señalar que la participación de gente de todas edades fue trascendental en estas escuelas, se prescindió del dibujo en los cuadros para darle paso al color brillante y puro, característica  fundamental de la participación de los niños en las escuelas.

Fernando Leal, Francisco Díaz de León, Gabriel Fernández Ledesma, Fermín Revueltas, etc. Eran algunos de los muchos artistas que asistían a las escuelas y fungían algunos también como maestros de las mismas. Los maestros tenían un papel importante, sin embargo debían siempre exhortar a los alumnos a no dejarse influenciar visualmente por nadie, asi como inculcarles que pintaran las cosas como las veían y no como lo dictaba algún canon estético.

Los intereses colectivos encaminados a la conformación de un nuevo concepto de nación e identidad se vieron reflejados en el contexto cultural de la década de los 20's y tuvieron repercusiones importantes en los años subsecuentes.
Javier Miranda Nava

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